Porto Torres - Cerdeña (Italia). Lunes 10 de Mayo - 00.30
A la entrada del puerto, justo en medio de la carretera,
allí estaba ella, una sombra negra, controlando todos los coches que
entraban a embarcar... con la esperanza de conocer a quien iba dentro. Otro coche, una
oportunidad más… pero…
-“No, no son ellos”
Se sentaba exactamente en el mismo lugar, triste, inmóvil,
miraba al suelo, y allí continuaba, esperando… por si ellos vuelven. A veces,
tras estar un rato sin novedad y sin ver ningún coche, aullaba de pena, o
ladraba, y otros perros a lo lejos la contestaban.
Parecía que no llevaba mucho tiempo sola, no estaba delgada.
Me acerqué con una bolsa de pienso y me miraba aterrorizada con el rabo entre
las patas, se alejaba, y se acercaba, y se volvía a alejar. Confiar en alguien
desconocido siempre es muy difícil…
Viene otro coche… ¡Puede que sean ellos! Otra vez corriendo,
emocionada, sin pensar que el coche puede no verla y pasarle por encima, hay
que comprobar otra vez si son ellos… pero no, no son ellos.
Vuelta otra vez al mismo lugar, por si acaso… sentada,
observando, vigilando… pasan las horas y siguen llegando coches poco a poco.
Pero ninguno es el que ella conoce. Su triste expresión en la cara cambia cada
vez que ve otras dos luces en la noche aproximarse. Pero no, vuelven a no ser
ellos.
¿Quiénes son ellos? ¿Quién te dejó aquí? Tan sola, tan
triste, tan indefensa entre tantos y tantos coches y camiones que vienen a
embarcar en este polígono industrial… El billete para subir a cualquier perro
en este barco son 35€… a alguien le pareció demasiado??? Hay que llevar el
pasaporte para poder embarcar a un perro… alguien no lo sabía y se fue sin ti???
¿Qué te ocurrió? ¿Por qué estás aquí? ¿Quiénes son ellos? Tengo curiosidad por saberlo, ya que no
entiendo como alguien pudo hacerte esto y marcharse sin mirar atrás, cómo
alguien no puede quererte… cómo alguien puede abandonarte aquí, en el puerto,
en medio de un gran polígono industrial, y dejarte abandonada a tu suerte?
Con esa mirada triste hiciste que se me saltaran las
lágrimas… incluso pensamos llevarte en el barco con nuestros otros dos perros,
pero un lunes a las 2:00 de la mañana es imposible hacer un pasaporte a un
perro en ningún sitio… no te iban a dejar embarcar ¿y si estabas perdida? Te
íbamos a alejar de tu hogar y seguro que nunca lo encontrarías… pero te
mirábamos otra vez, y no, no estabas perdida. Si estuvieras perdida no
descansarías dando vueltas y vueltas hasta encontrar tu casa, pero sólo estabas
esperando inmóvil en el mismo lugar…
Durmiendo en el coche esperando a la hora de embarque, a las
4.00 de la mañana me despierta Jorge… “Mira, hay un montón…” Otros tres perros
habían venido a hacerte compañía. Otros tres perros que un día se encontraron
en la misma situación que tú, y hartos de estar solos se han ido juntando. A
nadie le gusta estar solo en la calle sin saber dónde ir… Es mejor juntarse,
hacer una manada. Puede que así se tengan más posibilidades de sobrevivir. Por
lo menos ya no estarás tan sola. Les miras, te caen bien, te quieres ir con
ellos… pero, eh? Y si ellos vuelven??? No puedes irte, te tienes que quedar
aquí para seguir esperando… Dos perritos se van, y uno se queda intentando
convencerte, pero no lo consigue. No puedes irte, no paran de llegar coches y
tienes que comprobar otra vez todos los que pasan, para comprobar que
efectivamente, en ninguno están ellos.
Cariño… cómo explicarte que ellos no van a volver? Que te
dejaron ahí sola sin importarles qué te deparará el destino, y nunca volverán?
Cómo explicárselo a alguien que nunca lo haría escapa de su comprensión… Al
final, con el tiempo, verás que tu búsqueda en el mismo lugar es absurda, y te
irás con los tres amigos que conociste esta noche… o te quedarás ahí siempre?
Han llegado unos señores muy simpáticos con uniforme que están haciendo pasar
todos los coches en fila, todos te miran, tampoco saben qué haces ahí, pero una
chica muy simpática te está acariciando… a lo mejor se enamora de ti…
Y así, con todo el dolor en mi corazón, me subí al barco sin
poder olvidar esa sombra negra, en esa noche tan negra. Dejándola una bolsa de
pienso, simplemente le deseé lo mejor, o que algún alma que viera esos mismos
ojos que vimos esa noche se enamorara de ella, pero tuviera opciones de
convencerla y cogerla y podérsela llevar a casa. Si no, si sigues acercándote a
los coches así… alguno no te verá y te atropellará, aunque así tal vez tu
agonía y desesperación tendrá fin.
Que yo te subiera en aquel barco no es la solución. Durante
el viaje de una semana vimos 10 perros abandonados. Imposible, llevárnoslos a
todos en el coche, y más llevando otros dos perros ya.
Así que como no pude hacer nada más por ti, pensé contar tu
historia para que la gente sea consciente de la mala suerte que corre un perro
abandonado, y lo mal que lo pasa, para que nadie más lo vuelva a hacer. Aunque
sé que en mi camino, me seguiré encontrando con muchos más como tú, pero espero
en otra ocasión poder ayudar mucho más.
Muchas noches pienso qué habrá sido de ti… si tendrías
suerte en tu nueva vida, si te irías con tus tres amigos a conocer mundo… si alguien más se fijó en ti y te quiso
llevar a casa, y te dejaste llevar a otra casa…
Puede que alguien leyendo esto haya pensado “Pero si sólo es
un perro!!!”, pero espero que muchos más se pregunten también que fue de ti y
si tuviste más o menos suerte… y vean la tristeza de esta historia repetida en
tantos perros que se abandonan a diario, en España, en Italia, y en todo el
mundo.
El abandono animal, algo ilegal reflejado en la ley, pero
que no se aplica y no está realmente penado en nuestro país, ni en otros, una
injusticia a la que tenemos que poner fin entre todos.
Él NUNCA lo haría, no le abandones. Y si le has abandonado y
te sientes culpable… es porque lo eres, eres el culpable y el responsable de todo
lo que le haya podido ocurrir o suceder a tu mejor amigo.
“En algún lugar bajo
la lluvia, siempre habrá un perro abandonado que me impedirá ser feliz.”
Jean Anouilh